Bueno, en realidad no era tan buena en los futbolitos como para estar en una competencia, bueno, si estuve y perdí. Nunca como el Dios de los futbolitos Elios, ese compa si nos ganaba a todos.
Esta vez recuerdo con lujo de detalle la partida de como fue que gané, y el tipo de mesa, era una mesa de madera muy resistente, las perillas eran amarillas también resistentes, sólo que por ser competencia no tenía al narrador deportivo diciendo tirititito. De toda la partida solo me metieron un gol, y fue autogol, no calculé bien el acomodo de la pelota abajo de mi defensa y se resbaló para adentro. El contrincante me dijo que yo estaba jugando sola, y con ese juego ganado, ganamos la competencia internacional de futbolitos. A nuestra entrega de premios fue la Reyna Isabel II, ya se The Crown influyó en este sueño, y me dio el título de Duquesa (sabrá de dónde) y me dio mi flamante copa de futbolitos.
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