miércoles, 10 de enero de 2018

Yo y los Futbolitos

Bueno, en realidad no era tan buena en los futbolitos como para estar en una competencia, bueno, si estuve y perdí. Nunca como el Dios de los futbolitos Elios, ese compa si nos ganaba a todos.
Esta vez recuerdo con lujo de detalle la partida de como fue que gané, y el tipo de mesa, era una mesa de madera muy resistente, las perillas eran amarillas también resistentes, sólo que por ser competencia no tenía al narrador deportivo diciendo tirititito. De toda la partida solo me metieron un gol, y fue autogol, no calculé bien el acomodo de la pelota abajo de mi defensa y se resbaló para adentro. El contrincante me dijo que yo estaba jugando sola, y con ese juego ganado, ganamos la competencia internacional de futbolitos. A nuestra entrega de premios fue la Reyna Isabel II, ya se The Crown influyó en este sueño, y me dio el título de Duquesa (sabrá de dónde) y me dio mi flamante copa de futbolitos.

domingo, 7 de enero de 2018

Mon Laferte

Bueno, pues estaba con Mon Laferte después del primer concierto del día, fue casualidad, ella parecía perdida y a mi parecía que no me importaba. Le dije que me acompañara a comprar un libro, en el camino pensé que la gente la seguiría, que la acosarían y tendría que protegerla, pero no. Entrando a la tienda ya había un cartel que decía "AGOTADO", el último libro de Harry Potter en el primer día agotado. En la fila había un muchacho que nos hizo plática, y me enseñó el último libro de la tienda, todo golpeado. Le compré un souvenir a Mon que era un llavero de una lata de cerveza Victoria.
Al fin llegó alguien por ella y me mandó muy lejos, se fue.
Me llegó un mensaje que mi equipo jugaba a la 1:40 y eran las 12:50. Avelino también jugaba, pero más temprano y tenía a Rossy y a Kim con pancartas con su nombre, eso lo ví en facebook. Yo estaba en el centro, fui a mi casa por mi maleta y fui a la unidad deportiva. Me urgía saber que mis amigas si estaban ahí de coquetas con mi marido. Pues si. Hice mi berrinche, me enojé y mejor me fui.

Luego hay un salto que siempre pasa en los sueños. Estábamos de visita en la casa de alguien para ir a una convención o algo así. Me tengo que bañar en una regadera que está en el patio frontal de la casa. Fin.